Uso eficiente de la proteína en vacas lecheras, la importancia de la proteína metabolizable al inicio de la lactancia.

En los sistemas de producción de lechería especializada en Colombia, durante las ultimas cinco décadas se ha implementado un programa intensivo de mejoramiento genético e implementación de nuevas tecnologías, en donde las vacas producen mayores volúmenes de leche, con una variación composicional acorde a la raza empleada, las cuales como tal  presentan mayores requerimientos de nutrientes en la dieta. Para poder cumplir dichos requerimientos nutricionales es necesario suministrar dietas balanceadas y con materias primas de calidad, en las cuales se incluyan compuestos nitrogenados, los cuales satisfagan cada etapa de la lactancia. Como consecuencia, este tipo de dietas aumentan las concentraciones de urea en sangre y consecuentemente las concentraciones de urea en leche, con repercusiones negativas para la salud del animal, calidad de la leche y en la industria lechera. (Pinedo y Meléndez 2010).

El uso excesivo de fertilizantes nitrogenados de las lecherías especializadas, principalmente en el pasto kikuyo (Pennisetum clandestinum Hoechst. Ex  Chiov.) el cual es la base forrajera predominante en estos sistemas de producción, ha generado  cambios significativos en las características nutricionales, los cuales han incrementando el contenido de nitrógeno total (proteína cruda) en promedio (22% +/-3) y su fracción soluble,  dicha fertilización es la forma más común de incrementar la oferta  forrajera, lo cual se se manifiesta en un incremento en la carga animal y, en consecuencia, en producción por hectárea,  además, este tipo de fertilización permite el pastoreo a edades más tempranas y por consiguiente una mayor digestibilidad del forraje, un mayor consumo del mismo y una mayor producción por animal (Hof G et al, 1997; Rodríguez D. 1999).

Este hecho ha generado un aumento exagerado del contenido de nitrógeno fermentable que aparece como amonio el cual no alcanza a ser utilizado por los microorganismos a nivel ruminal y pasa con relativa facilidad al torrente circulatorio; posteriormente debe ser transformado en el hígado a úrea y eliminado en la orina o en la leche. (Correa H; Cuéllar A, 2004)

El NRC (2001), recomienda que  las vacas deben de ser alimentadas de acuerdo a su estado productivo, en el caso de la lactancia, estas presentan un aumento en sus requerimientos para la producción de leche, en cuanto al consumo de proteína tanto diregible en rumen como de sobrepaso, lo cual también va ligado con el aumento de la energía disponible para la desaminación de aminoácidos.  Por consiguiente, niveles altos de proteína en la dieta aumentan las cantidades de amoníaco disponible en el rumen, lo que puede incrementar las concentraciones del nitrógeno ureico en leche MUN (Jonker et al 1998).

El MUN es un indicador no invasivo, simple, rápido y económico para determinar el estado del balance de proteínas y energía de la dieta de vacas lactantes (Jonker et al 1999; Godden et al 2001b), ya que tiene una alta correlación con el nitrógeno ureico en sangre (Roseler et al 1993), las concentraciones de MUN dependen principalmente de la composición de la dieta, principalmente de la proteína cruda, proteína degradable en rumen, proteína no degradable en rumen y carbohidratos no estructurales (Godden et al 2001b) además se deben de considerar otros factores inherentes a la vaca como la  raza, los días en lactancia, producción de leche y su composición (grasa y proteína), y número de partos,  y factores  ambientales como las estaciones del año (verano, invierno y transición entre estos)

En la figura 1, vemos como es la variación en el contenido de nitrógeno ureico MUN (mg/dl) y como seria su interpretación y clasificación a nivel productivo.                       

Figura 1. Variación en el contenido de nitrógeno ureico (MUN)   

 

Para concluir, el Nitrógeno Ureico en Leche   (MUN) es un indicador  muy efectivo y práctico para la  toma de  decisiones de tipo nutricional en el ganado de leche, ya que el resultado obtenido tiene una relación directa con el exceso o déficit  de  proteína  y carbohidratos solubles en la dieta de los animales lactantes.